miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi ejemplo, un único hombre.

No me hace falta echar la vista atrás para darme cuenta de todo lo que haces por mi.
Tú que siempre me apoyas y me animas, que esperas con ganas una nueva entrada y una carta en el buzón, que cualquier detalle por pequeño que sea lo sabes apreciar, que disfrutas viéndome por Skype y te alegras cuando sonrío y me va todo bien ,al igual que cuando consigo lo que me propongo y nunca tiro la toalla.
Para que mentir, infinidad de veces me tocó cargar con kilos de piedra en la espalda que poco a poco fueron desapareciendo ante las pequeñas charlas que me dabas. Y al final, cuando todo pasó, me dí cuenta que fueron las que más me enseñaron.
Porque el tiempo pasa pero los recuerdos permanecen.
Me hubiera gustado habértelo dicho en persona, haberte dado dos besos y haberte felicitado. Pero como no puede ser he optado por escribirte como a ti te gusta e ir guardando los besos y abrazos que te quiero dar para dentro de unas semanas.
Gracias por todo, hoy y siempre.
-Te espero por aquí con los brazos abiertos.

1 comentario:

  1. ¡Joer, qué bonito! Y luego se quejaba tu padre de que si eras seria, que si eras fría... Ya me gustaría a mí que me escribieran cosas así.

    ResponderEliminar