sábado, 16 de agosto de 2014

Puro azar.

En aquel antro se conocieron, música en inglés sonando y ella a su amiga insinuando que el amigo del chico que acababa de conocer le estaba rondando.

A ellas les parecían guapos y por fin conocían a gente del país aventurado.

La noche fue larga, sus amigos se marcharon y solo los cuatro se quedaron.

El local estaba lleno y una locura se les ocurrió. Irse a dar un chapuzón.

Los valientes se metieron, los otros se rieron ya que el agua y el viento no era su más fiel compañero.

Después de este pequeño reto y ya que casi estaba amaneciendo, a descansar se fueron.

¿Hay algo mejor que un inesperado encuentro?



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