miércoles, 28 de octubre de 2015

La luz de mi propio sol sigue brillando.

Creo que cada vez nos damos menos cuenta de la rapidez de la vida.

Los días pasan cual moto pilotada por Marc Márquez y el sol apenas está unas horas tal que parece que Harry Potter lanzase la maldición “Colour-Change Charm”.

El otro día alguien me dio un consejo “disfruta de la familia, amigos, haz aquello que realmente quieras hacer y que puedas, viaja, piérdete, habla… El día que mueras el tiempo disfrutado se irá contigo mientras que todo lo material quedará aquí, que importará que tengas la casa más lujosa o un coche deportivo en el garaje el día de mañana…”
Estas palabras me hicieron pensar y tú pensarás que este consejo ya lo sabíais pero ¿a qué esperas para utilizarlo?. Si, tú. Tú que estás ahorrando para comprarte el último móvil que ha salido a la venta, para la nueva play station que sacarán en unos meses, tú que simplemente pasas las horas  muertas delante del ordenador viendo la vida pasar y quejándote de la cantidad de tareas que tienes por hacer.

Lo importante es aprovechar cada segundo y nunca arrepentirse de lo que has hecho.

Ahora mismo yo echo la vista atrás y veo cambios, alegrías y tristezas, derrotas y victorias, curiosidad, miedo, amor pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho, pues si lo hice su razón tenía en su momento.

¿Qué ves tú?

Una profesora me dijo una vez “no te preocupes si lo que esperas no llega, eso quiere decir que no estás preparada y las cosas llegan en el momento oportuno, lo hayas o no hecho bien, todo llega por algo, quizá para que lo valores más el día de mañana o simplemente porque no era lo que merecías”.

La mayoría de las veces si abres bien tus oídos puedes escuchar grandes consejos que decimos sin darnos cuenta porque lo decimos a través de nuestras experiencias y del corazón.

Antes de terminar este escrito que a algunos habrá agradado y otros ni siquiera habrán acabado de leer, recuerda que nunca puedes gustar a todos...

Deseo felicitar a la que hoy en día sigue siendo la luz de mi propio sol, a la persona más fuerte que conozco, a la que debo todo pues en parte soy así gracias a ella, sus valores, sus principios, sus conocimientos, su amor que me transmite a través de su mirada, etc.
Recuerda que no luchas sola, luchamos contigo.

Felicidades abuela, te quiero.

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