lunes, 7 de abril de 2014

La fuente como testigo.

-Llega tarde al paraíso ese bello lugar, llega con lágrimas de esperanza. Camina muy despacio intentado recordar aquella noche fugaz.

Una silueta bajo el mismo farol espera ilusionado, ella corre hasta sus brazos como nadie nunca lo hubiera imaginado.

Ella piensa lo bonito que es mientras ríen y juegan a estar unidos. Cayéndoles el anochecer tras su improvisado nido.

Juntos y olvidados por su pura pasión despiertan acurrucados, él le toma la mano para no dejarla escapar de este mundo creado.

La fiesta acabó y ella se fue, y abrió el móvil por última vez para ver la foto de él.  Cada cinco de febrero al anochecer lee la nota de él, en la cuál dice que espera volver a verla otra vez.

Y ella piensa que todo irá bien, que algún día se volverán a ver en el paraíso que ambos crearon

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