viernes, 1 de agosto de 2014

La luz que guía.

-Te encuentras aislado y tu cuerpo va sucumbiendo lentamente a ese mar de lágrimas que te envuelve. Notas unas partes más fuertes que otras, aunque la psicológica haya empezado a darse por pérdida. Habrá gente que vaya a verte e intenten ayudarte, otra gente solo deseará verte desde lejos para ver como sientes esa presión y dolor poniendo cara de melancolía.

Te veo mejor que nadie y siento al igual que tú, como cada lágrima va rompiendo tu hermosa figura con el paso del tiempo y aunque me cueste admitirlo, sé que no estaré para verlo cuando esté todo perdido.

Siente cada movimiento como el batir de las alas de una mariposa que nunca cesan y que nunca apagan la luz de tus ojos.

Ahora bien, tú eres el que guía, nadie más que tú sabe cuanto bien haces. Ya que gracias a ti se han salvado vidas.


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